Una bonita historia. Parte 3

Nos quedamos por la misteriosa idea de David.

Esa noche no dormí muy agusto porque tenía miedo de que mis padre nos nos dejaran estar juntos. Por la mañana, sobre las nueve de la mañana me despertó el teléfono.

Era mi padre.

David habia ido a su trabajo a hablar con él. Ha decirle que me quería de verdad, y que su ropa,sus pendientes y su edad no cambiaban sus sentimientos por mi.

Estuvieron hablando un rato sobre eso y cuando mi padre me lo contó me quería morir de verguenza.

Pero todo había salido bien y estaba contentísima por ello.

Desde ese momento, David comenzó a comer, cenar, merendar y desayunar en casa.

Mi familia lo había aceptado a la perfección.

A mis tios y padres les caía de maravilla, con mis primos se llevaba genial, pero mi prima Celia, la más pequeñita de todas, le daba verguenza jugar con él y huía de él cada vez que se acercaba.
A día de hoy, ella misma pide que le haga trucos de magia.

Toda iba genial, estaba contentisima. Pero teníamos bastantes discursiones.

Por tonterías basicamente.

Porque él es muy cabezón y yo lo soy más. Porque los dos teníamos que tener la razón.

Y eso nos distanció un poco. Yo estaba triste porque le quería tantisimo que no quería estar

ni un segundo mal con él. Pero parecía que ya era rutina la discursión.

Yo perdía las ganas de estar cariñosa con él y eso no podía ser bueno.

Asi que nos sentamos a hablar, pusimos unas pautas a seguir y unas normas.

Nos costó bastante.

Pero a día de hoy no ha vuelto a haber practicamente una discursión. 

Cada día le quiero más. Y espero que todo siga así.

Porque cada día a su lado es diferente. 

Y estoy felíz porque sí, porque respiro y porque tu respiras.

Estoy felíz porque estamos juntos en esto.

Estoy feliz porque esta no será la última parte la historia.

Nuestra historia.

                                                                      TE QUIERO